domingo, 29 de septiembre de 2013

Saint Seiya

¡Buenas a todos! Menudas vacaciones blogueras me he tomado y cuánto me está coostando volver a coger la rutina del día. Pero aquí estoy de nuevo para ofreceros mi opinión sobre mis lecturas y espero que volvamos a vernos cada semana. Hoy quisiera hablaros de una obra de manga que causó un gran impacto en España en la década de los 80 y los 90: “Saint Seiya”, más conocida en nuestro país como “Los caballeros del zodiaco”, de Masami Kurumada.
   
La obra transcurre en los años 80 y trata sobre las aventuras de Seiya y sus amigos, unos huérfanos japoneses obligados desde niños a entrenarse como luchadores para conseguir las armaduras (“cloths” en el original) de Atenea. Según la leyenda, desde la antigüedad existe una hermandad de caballeros (“santos” en el original) bajo el mando directo de la diosa Atenea dedicados a proteger la paz y la justicia. El poder de los caballeros emana de su cosmos (la energía que los une al universo) y sus armaduras; en total existen 88 armaduras, cada una dedicada a una constelación de estrellas y están divididas en tres categorías según su poder: bronce, plata y oro. De estas últimas sólo existen 12, cada una asociada a un signo de zodiaco, y los caballeros de oro son los más poderosos de todos, los guardianes directos de Atenea.

La sede central de la hermandad es el Santuario, situado en Grecia, y hasta allí es enviado Seiya para convertirse en caballero. Tras obtener la armadura de Pegaso, vuelve a Japón en busca de su hermana desaparecida pero en casa le espera una desagradable sorpresa: la todopoderosa Fundación Graude, la misma que cuidó de los huérfanos y los esparció por todo el mundo para que consiguieran las armaduras, ha organizado un torneo de lucha cuyo gran premio es la armadura de oro de Sagitario. Al principio, Seiya se niega a participar, pero Saori Kido, máxima dirigente de la fundación, lo convence diciéndole que le ayudará a encontrar a su hermana. De los cien huérfanos que se fueron, sólo diez vuelven a Japón convertidos en caballeros de bronce y ellos serán los participantes del torneo; sin embargo, esos combates van en contra de la ley de Atenea (que sólo permite luchar por la paz y la justicia y no por motivos personales) por lo que el Sumo Sacerdote, líder del Santuario, envía a los caballeros de plata para castigar a los de bronce. Así dan comienzo las aventuras de Seiya, el caballero de Pegaso, y sus amigos Shun de Andrómeda, Hyoga del Cisne, Shiryu del Dragón e Ikki del Fénix.

La serie empezó a publicarse en la revista “Shonen Jump” en 1986 y tiene 110 capítulos divididos en tres sagas (aunque en algunos sitios aparecen como tres series diferentes). La serie debe gran parte de su fama a su anime y se han hecho varias secuelas (“Episodio G”, “The Lost Canvas”, “Next Dimension”,...). Sin embargo, no me parece una serie a la altura de su fama: la idea es buena y también lo son los argumentos, pero su desarrollo es demasiado irregular y en algunos puntos parece incluso improvisado.; los personajes son demasiado planos y los combates repetitivos. Es una pena, porque creo que se le hubiera podido sacar mucho más partido a esta serie.

Masami Kurumada es un mangaka nacido en Tokyo (Japón) en 1953. Se ha dedicado toda su vida al manga siendo autor de series como “Ring ni kakero” y “B't X”. Muchas de sus obras están inspiradas en leyendas y mitología de todo el mundo y las armaduras con poderes sobrenaturales son un elemento habitual. También ha escrito las letra de varias de las canciones de los animes de sus series.

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