lunes, 29 de septiembre de 2014

El Laberinto de la Bestia

ADVERTENCIA: Esta entrada contiene avances de la saga El cinturón deDeltora. No la leas hasta haber terminado la quinta parte, El Monte Terrible.

Esta semana retomamos la misión de librar la tierra de Deltora de las garras del poderoso Señor de la Sombra. Tras visitar el Monte Terrible, Emily Rodda nos lleva hoy a descubrir ElLaberinto de la Bestia. 

Lief, Barda y Jasmine pueden estar realmente satisfechos de su paso por el Monte Terrible: no sólo han recuperado la esmeralda mágica, sino que además han destruido la fuente del veneno usado por los guardias grises y se han ganado un poderoso aliado, los gnomos terribles. A pesar de las buenas noticias, nuestros héroes deben ser cautelosos: el enemigo ya conoce sus planes y su descripción y el peligro puede acechar oculta tras cada sombra, como están a punto de descubrir.

Mientras cruzan un bosque, escuchan unos gritos de auxilio; rápidamente, se acercan a la zona de la que vienen los gritos y descubren a dos pequeñas niñas gemelas que se están ahogando en el río. Sin pensárselo dos veces, Barda y Lief se lanzan a su rescate mientras Jasmine aguarda en la orilla. No sin esfuerzo, consiguen llevar a las niñas hasta la orilla para observar con espanto como las pequeñas se transforman en dos ols, seres gelatinosos de color blanco capaces de cambiar de forma, que los atacan de repente con sus tentáculos.

Éste habría sido su fin de no ser por Dain, un joven arquero miembro de la Resistencia que aparece en el momento oportuno para salvarlos. El muchacho sale herido durante la batalla y Lief y compañía deciden acompañarlo hasta la guarida de los miembros de la Resistencia. Allí se reencontrarán con Doom y otros viejos conocidos, algunos de ellos no demasiado amables. Con Dain a salvo, llega la hora de retomar el camino hacia el Laberinto de la Bestia, un camino lleno de ols, piratas y otros muchos peligros.

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lunes, 22 de septiembre de 2014

Treinta doblones de oro

No sólo de Deltora y de literaturajuvenil vive el lector, y mucho menos yo, así que esta semana hacemos un alto en nuestros camino para derrotar al Señor de la Sombra y nos asomamos a la Sevilla del siglo XVII de la mano de Jesús Sánchez Adalid. La razón: su genial novela Treinta doblones deoro.

La historia es narrada por el propio protagonista, Cayetano, un joven andaluz que para ganarse la vida entra a servicio de don Manuel de Paredes, un hidalgo afincado en Sevilla. Su función no queda del todo clara, ya que su nuevo jefe no parece tener negocio alguno y se limita a tener al joven Tano (como todos lo llaman) copiando inútiles y viejos inventarios. La verdad es que don Manuel está prácticamente arruinado y sus únicas esperanzas de evitar la bancarrota residen en el Jesús Nazareno, un buque mercante que se va a pique en la primera página. 

Dada la situación y las poca expectativas de cobrar, Tano decide abandonar su puesto de trabajo y probar fortuna en otro lado, pero aparece algo que doblegará su voluntad y le hará permanecer al servicio de su arruinado amo: Fernanda, una hermosa joven que don Manuel y su esposa tienen acogida en casa y de la que Tano cae rotundamente enamorado nada más verla. Engatusado por la presencia de la muchacha, Tano accederá a seguir en la casa mientras don Manuel busca una manera de solucionar sus problemas económicos.

Dicha solución vendrá en forma de una herencia en favor del hidalgo en las lejanas islas Canarias. Sin nada que los retenga en Sevilla, toda la familia inicia el viaje a las islas, un viaje lleno de peripecias que acabará ligando sus historias con la de la célebre imagen del Cristo de Medinaceli, ubicado en ese momento en la fortaleza de La Mamora, al norte de África.

En esta novela, Sánchez Adalid retrata perfectamente el ambiente decadente de la Sevilla del siglo XVII, con un puerto vacío tras perder el monopolio del comercio con las Indias en favor de Cádiz, así como las actitudes la baja nobleza de la época (como la familia Paredes), arruinados y repletos de deudas pero intentando mantener las apariencias. El autor describe también los usos y costumbres religiosos de la época, como por ejemplo las procesiones de Sevilla o la veneración al Cristo de La Mamora (conocido posteriormente como el Cristo de Medinaceli) y la vida diaria de los esclavos cristianos capturados por los líderes musulmanes que habitaban en el Sáhara.

Jesús SánchezAdalid nació en 1962 en Don Benito aunque se crió en Villanueva de la Serena, ambos provincia de Badajoz. Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y obtuvo el doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; posteriormente, fue ordenado sacerdote y se licenció en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado numerosos novelas entre las que caben destacar El alma de la ciudad (premio Fernando Lara en 2007) y Alcazaba (premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica en 2012); también ha sido condecorado con el premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza (2013), premio Diálogo de Culturas (también en 2013), la Medalla de Extremadura (2009) y el premio Extremeños de Hoy.

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lunes, 15 de septiembre de 2014

El Monte Terrible

ADVERTENCIA: Esta entrada contiene avances de la saga El cinturón de Deltora. No la leas hasta haber terminado la cuarta parte, Las Arenas Movedizas.

Tal y como diría Fray Luis de León, “como decíamos ayer”, Lief y sus amigos siguen adelante en su aventura para reconstruir el mágico Cinturón de Deltora; tras sacudirse los últimos granos de las Arenas Movedizas, el trío de héroes afronta un peligro todavía mayor: El Monte Terrible. 

Tras escapar del desierto y de la enigmática Colmena, Lief, Barda y Jasmine encaminan sus pasos hacia el noroeste, hacia su próximo destino: el Monte Terrible, hogar de los gnomos terribles. Por el camino se encontrarán con los últimos miembros de la Estirpe, unas fantásticas criaturas similares a canguros con alas y con la capacidad de hablar.

Expulsados de su hogar por los gnomos, los miembros de la Estirpe se ven obligados a permanecer exiliados en un pequeño bosque junto a un manantial; el agua de dicho manantial posee maravillosas propiedades según quien beba de ellas, ya que a los malvados los transforma en árboles y a los de puro corazón les permite visitar en sueños otros lugares. De esta forma, los miembros de la Estirpe pueden seguir visitando los bosques que fueron su hogar, aunque sea en sueños.

Gracias también a estas aguas, Lief descubre que sus padres han sido capturados y torturados por el Señor de la Sombra; impotente, nuestro joven protagonista sabe que la única forma de salvarlos es recuperando todas las joyas del Cinturón. Con la ayuda de los miembros de la Estirpe, el grupo llegará hasta el Monte Terrible, donde, además de los gnomos, deberán hacer frente a múltiples peligros y sorpresas.

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