El libro de esta semana es "¿Por qué no soy cristiano?" de Bertrand Russell. Se trata de una pequeña colección de artículos, ensayos, discursos y debates del famoso filósofo y matemático realizada por Paul Edwards.
En los diversos capítulos, Russell aborda temas como la existencia de Dios, la moral cristiana, si son beneficiosas o no las religiones, la importancia de Cristo en la Historia, la ética sexual,... desde distintos puntos de vista (se trata de diversos artículos escritos a lo largo de su vida), primando por supuesto el pensamiento lógico-analítico (dando un paso adelante en el Método de Descartes).
Desde una visión agnóstica-atea, Russell defiende que auqnue no hay pruebas de que exista o no Dios, lo más probable es que no exista y que los diversos dogmas y códigos morales religiosos no sirvan más que para cortar la libertad del ser humano.
Los razonamientos lógicos de Russell son implecabes, a la altura de su fama, y como católico convencido que soy he de admitir que es muy dificil rebatirlos sin apoyarse en la fe, y aún con ella es complicado encontrar el error en sus argumentos. Sin emabargo, hay puntos en los que encuentro que está totalmente equivocado (sin tener que apelar a la fe sino a la razón y la realidad) y otros en los que estoy totalmente de acuerdo. Hay que la mayoría de los artículos fueron escritos en la primera mitad del siglo XX, en el período entreguerras o inmediatamente posterior a las II Guerra Mundial, muchos años antes del Concilio Vaticano II en una época y una realidad totalmente desconocida para mí, por lo que intentar juzgarlos con la mentalidad actual sería realmente injusto para Russell.
El libro incluye también un prefacio escrito por el propio Russell y un capítulo final escrito por el compilador, Edwards, en la que describe, usando veneno en vez de tinta, el proceso que sufrió Russell cuando fue nombrado profesor de la Universidad de Nueva York. En efecto, según describe Edwards, tras ser nombrado profesor de Filosofía, un sector conservador de la ciudad se opuso a tal nombramiento debido a la "ideología" o "forma de pensar" de Russell. Acusándolo (injustamente según Edwards) de "inmoral, obsceno e indecoroso", se llegó a presentar una demanda ante los tribunales, que acabaron dando la razón a los denunciantes impidiendo que Russell llegará a ejercer como profesor en Nueva York.
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lunes, 14 de mayo de 2012
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