domingo, 8 de mayo de 2016

La reina oculta

Ando tan ocupado últimamente que apenas tengo tiempo para leer, no digamos ya para escribir o mantener actualizado el blog. Sin embargo, hoy he conseguido sacar un rato para compartir con vosotros una de mis últimas lecturas: “La reina oculta” de Jorge Molist.

Se trata de una novela pseudo-histórica ubicada en Occitania, al sur de la actual Francia, en el año 1208. En esa época, la herejía cátara se extendía sin control por la zona, suponiendo una grave amenaza para la Iglesia Católica. Los enfrentamientos y conflictos entre ambas facciones son continuos hasta culminar con el brutal asesinato de Peyre de Castelnau, legado del papa Inocencio III. Dada la situación, el sumo pontífice decide convocar a los nobles francos del norte a una cruzada para derrotar y expulsar a los cátaros de Occitania. Sin embargo, la verdadera causa de la muerte de Peyre de Castelnau y de la consecuente cruzada parece estar en un misterioso cofre en el que se encierra un secreto que haría temblar los cimientos de todo el mundo conocido.

Ajena a estos sucesos, Bruna, una joven dama hija del gobernador de Béziers (en Occitania), vive tranquila junto a su padre, disfrutando de los placeres propios de la adolescencia y descubriendo el amor; efectivamente, Bruna cae rendidamente enamorada de Hugo de Mataplana, un atractivo y misterioso juglar catalán que frecuenta la corte de su padre. Hugo dedica a Bruna fervorosas miradas mientras pulsa las cuerdas de su laúd, miradas que son correspondidas con el sonrojo de las mejillas de la muchacha, todo al estilo del amor cortés de la época. Sin embargo, todo está a punto de cambiar, ya que el ejército cruzado se aproxima a Béziers y en él se encuentra Guillermo de Montmorency, un joven noble franco que ha recibido una misión muy especial: asesinar a Bruna y recuperar el cofre arrebatado a Peyre. Ninguno de los tres (Hugo, Bruna y Guillermo) es consciente de cómo la guerra entrelazará sus vidas en una historia de amor, batallas, traiciones, fantasía y magia.

La novela está escrita en un estilo ágil y fluido, los hechos se desarrollan de forma natural, sin forzarlos, y se muestran en un lenguaje claro y sencillo para el lector, describiendo con gran efectividad el complejo sistema de relaciones familiares y políticas de los personajes. El argumento tiene una gran variedad de subtramas que se desarrollan de forma secuencial y que van transformando poco a poco el tipo de la novela, que empieza relatando hechos históricos mezclados con ficción para acabar asomándose tímidamente al género fantástico. Estas tramas dan giros al argumento, pero algunos de ellos resultan demasiado previsibles. Sin embargo, la calidad de la novela es notable, como demuestra el hecho de que recibiera el premio de novela histórica Alfonso X el Sabio en 2007.

Jorge Molist nació en Barcelona en 1951. Ingeniero industrial y con un máster en dirección de empresas, trabajó durante años para la Paramount Pictures en Estados Unidos hasta que en 2008 abandonó su empleo para dedicarse plenamente a lo que era su pasión: la literatura, en especial la novela histórica. “La reina oculta” es quizá su mejor obra, pero también se puede destacar “El anillo, la herencia del último templario” (finalista del premio de novela histórica Alfonso X el Sabio en 2004) y “El retorno cátaro”.



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martes, 29 de marzo de 2016

El Valle de los Perdidos

ADVERTENCIA: Esta entrada contiene avances de la saga El cinturón de Deltora. No la leas hasta haber terminado la sexta parte, El laberinto de la bestia. 

Año y medio después, más viejos pero también más sabios, retomamos el viaje por Deltora con el objetivo de derrocar al malvado Señor de la Sombra. Vamos llegando a la parte final de esta aventura (tan sólo resta un capítulo más) y, tras haber superado el Laberinto de la Bestia, la próxima parada es El Valle de los Perdidos.

Ni los ols ni los piratas ni el espantoso Glus consiguieron detener a Lief, Barda y Jasmine y la amatista mágica, símbolo de la verdad y la calma, luce ya en el Cinturón junto a cinco de sus hermanas. Ya sólo queda un hueco vacío, el del diamante, y en el mapa de Lief, un único destino: el Valle de los Perdidos. Pero no todo son buenas noticias para nuestros aventureros, ya que Dain, el joven de la Resistencia que tanto les ayudó en el pasado, ha sido hecho prisionero por los piratas del río Tor y es arrastrado río arriba para ser entregado a los guardias grises. Además, los padres de Lief siguen prisioneros en Del y la red de espías del Señor de la Sombra se hace omnipresente, tendiendo una trampa tras otra.

La situación no es todo lo buena que cabría desear, pero no Lief y sus amigos no tienen más remedio que seguir adelante. Necesitan encontrar alguna forma de cruzar el río Tor, infestado de gusanos asesinos, y continuar su camino hasta el Valle. En su trayecto volverán a encontrarse con Doom, el líder de la Resistencia, y llegarán a Tora, la ciudad mágica que se supone permanece leal al verdadero rey; pero nuestros aventureros ya saben que nada es lo que parece en Deltora.

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sábado, 26 de septiembre de 2015

La Iliada

Llevo mucho tiempo sin publicar nada, hace prácticamente un año de la última reseña. Los estudios, el trabajo, las obligaciones del día hacen que no pueda ocuparme este blog con la atención que me gustaría. Pero hace unos día, mi viejo amigo D.A.X. (del que tendré que hablaros algún día) me pasó unas líneas que merecían saltar del papel a la red, para que todo el mundo pudiera disfrutar de ellas. Y así, volví a publicar una entrada, Borracho; y creo que ya es hora de reanimar este viejo foro, heredado de mis días de instituto. Tenemos pendiente acabar el viaje por Deltora, lo sé, pero hoy os traigo uno de los grandes clásicos de la Literatura Universal, un clásico por excelencia, de esos que escribimos con mayúsculas; de hecho, no se me ocurren más de cinco historias más antiguas. Me estoy refiriendo a La Iliada de Homero.

En realidad, La Iliada es un poema épico que narra parte de las aventuras vividas por los héroes griegos durante la célebre guerra de Troya, en la que los príncipes griegos partieron para recuperar a Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta, que se había fugado con Paris, príncipe de Troya. En concreto, La Iliada narra los hechos ocurrido durante el noveno año de asedio a la ciudad, cuando una terrible epidemia de peste azota el campamento griego.

Tras consultar a un oráculo, Agamenón, rey de Argos y líder de la expedición helena, averigua que ha ofendido al dios Apolo al secuestrar a la hija de uno de sus sacerdotes, a la que debe poner en libertad. Irritado por tener que ceder parte de su botín, Agamenón lo paga con Aquiles, el mejor de los guerreros griego, a quien le arrebata su esclava favorita, Briseida.

Enfadado por tal afrenta, Aquiles y sus soldados mirmidones se retiran de la batalla al tiempo que el héroe llama a su madre, la diosa Tetis, para hacerle una gran petición: convencer al todopoderoso Zeus, señor del Olimpo, para que conceda la victoria a los troyanos hasta que Agamenón le devuelva a Briseida. Zeus accede a la petición de Aquiles hecha a través de Tetis y a partir de ese momento, el ejército troyano con el valiente Héctor al mando inflige severas derrotas al ejército invasor. Sin embargo, la decisión de Zeus enfurece a los dioses partidarios del bando griego, que al momento se ponen en marcha para igualar la contienda.

Tras numerosas batallas en las que los griegos son derrotados, Patroclo, amigo de Aquiles, le ruega al héroe que le permite unirse a la lucha. El héroe accede que Patroclo lidere a los mirmidones y le presta sus armas para la lucha, pero él permanece en su tienda, todavía enfadado con Agamenón. Con la presencia de Patroclo y los mirmidones, los griegos consiguen rechazar a los troyanos de su campamento, pero al intentar perseguirlos por la llanura, Patroclo cae ante los ataques de Héctor.

Enfurecido por la muerte de su mejor amigo, Aquiles se lanza a la batalla, enfrentándose a todo el que se ponga por delante (ya sea hombre o dios) y haciendo que los troyanos se refugien en la ciudad; todos los troyanos salvo uno, Héctor, que se queda fuera a sabiendas de que es el único capaz de enfrentarse al enfurecido héroe griego. Ambos luchan mano a mano hasta que Aquiles por fin mata al príncipe troyano; pero la muerte no es suficiente para vengar la muerte de Patroclo, así que Aquiles ata el cadáver de Héctor a su carro y, tras dar tres vueltas a la ciudad, vuelve al campamento. No será hasta varios días después cuando, siguiendo la orden directa de Zeus, Aquiles devuelva el cuerpo de Héctor a su padre.

Y así concluye La Iliada. La verdad es que me llevé una decepción, ya que esperaba que se relatara la historia de como los griegos entraron en Troya gracias a su famoso caballo de madera gigante. Por supuesto, la belleza de la rima y el ritmo del poema queda rota al traducirlo del griego antiguo, pero se mantiene muchas de sus características y recursos, las largas (en ocasiones demasiado) descripciones, los apelativos que acompañan constantemente a todos los nombres, la multitud de héroes famosos que participan (Ayax, Eneas, Ulises y muchos más), los detalles de la sociedad de la época, los ritos sagrados, los juegos funerarios, la mentalidad pagana de los griegos, para los que todo dependía enteramente de la voluntad de los dioses,... En resumen, La Iliada no sólo transmite unos hechos ni narra una historia, sino que supone un valioso documento que nos aporta gran información sobre la vida de los antiguos griegos, los padres de la civilización occidental.

Sobre Homero, poco se puede decir que sea seguro. Según la tradición, vivió durante el siglo VIII a.C. y era ciego de nacimiento, aunque otras fuentes afirman que en realidad se trató de varios poetas antiguos que recogieron parte de la tradición oral de la época. Sea como sea, además de La Iliada, a Homero también se le atribuyen La Odisea, La Batracomiomaquia y otras obras sobre la guerra de Troya.

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lunes, 29 de septiembre de 2014

El Laberinto de la Bestia

ADVERTENCIA: Esta entrada contiene avances de la saga El cinturón deDeltora. No la leas hasta haber terminado la quinta parte, El Monte Terrible.

Esta semana retomamos la misión de librar la tierra de Deltora de las garras del poderoso Señor de la Sombra. Tras visitar el Monte Terrible, Emily Rodda nos lleva hoy a descubrir ElLaberinto de la Bestia. 

Lief, Barda y Jasmine pueden estar realmente satisfechos de su paso por el Monte Terrible: no sólo han recuperado la esmeralda mágica, sino que además han destruido la fuente del veneno usado por los guardias grises y se han ganado un poderoso aliado, los gnomos terribles. A pesar de las buenas noticias, nuestros héroes deben ser cautelosos: el enemigo ya conoce sus planes y su descripción y el peligro puede acechar oculta tras cada sombra, como están a punto de descubrir.

Mientras cruzan un bosque, escuchan unos gritos de auxilio; rápidamente, se acercan a la zona de la que vienen los gritos y descubren a dos pequeñas niñas gemelas que se están ahogando en el río. Sin pensárselo dos veces, Barda y Lief se lanzan a su rescate mientras Jasmine aguarda en la orilla. No sin esfuerzo, consiguen llevar a las niñas hasta la orilla para observar con espanto como las pequeñas se transforman en dos ols, seres gelatinosos de color blanco capaces de cambiar de forma, que los atacan de repente con sus tentáculos.

Éste habría sido su fin de no ser por Dain, un joven arquero miembro de la Resistencia que aparece en el momento oportuno para salvarlos. El muchacho sale herido durante la batalla y Lief y compañía deciden acompañarlo hasta la guarida de los miembros de la Resistencia. Allí se reencontrarán con Doom y otros viejos conocidos, algunos de ellos no demasiado amables. Con Dain a salvo, llega la hora de retomar el camino hacia el Laberinto de la Bestia, un camino lleno de ols, piratas y otros muchos peligros.

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lunes, 22 de septiembre de 2014

Treinta doblones de oro

No sólo de Deltora y de literaturajuvenil vive el lector, y mucho menos yo, así que esta semana hacemos un alto en nuestros camino para derrotar al Señor de la Sombra y nos asomamos a la Sevilla del siglo XVII de la mano de Jesús Sánchez Adalid. La razón: su genial novela Treinta doblones deoro.

La historia es narrada por el propio protagonista, Cayetano, un joven andaluz que para ganarse la vida entra a servicio de don Manuel de Paredes, un hidalgo afincado en Sevilla. Su función no queda del todo clara, ya que su nuevo jefe no parece tener negocio alguno y se limita a tener al joven Tano (como todos lo llaman) copiando inútiles y viejos inventarios. La verdad es que don Manuel está prácticamente arruinado y sus únicas esperanzas de evitar la bancarrota residen en el Jesús Nazareno, un buque mercante que se va a pique en la primera página. 

Dada la situación y las poca expectativas de cobrar, Tano decide abandonar su puesto de trabajo y probar fortuna en otro lado, pero aparece algo que doblegará su voluntad y le hará permanecer al servicio de su arruinado amo: Fernanda, una hermosa joven que don Manuel y su esposa tienen acogida en casa y de la que Tano cae rotundamente enamorado nada más verla. Engatusado por la presencia de la muchacha, Tano accederá a seguir en la casa mientras don Manuel busca una manera de solucionar sus problemas económicos.

Dicha solución vendrá en forma de una herencia en favor del hidalgo en las lejanas islas Canarias. Sin nada que los retenga en Sevilla, toda la familia inicia el viaje a las islas, un viaje lleno de peripecias que acabará ligando sus historias con la de la célebre imagen del Cristo de Medinaceli, ubicado en ese momento en la fortaleza de La Mamora, al norte de África.

En esta novela, Sánchez Adalid retrata perfectamente el ambiente decadente de la Sevilla del siglo XVII, con un puerto vacío tras perder el monopolio del comercio con las Indias en favor de Cádiz, así como las actitudes la baja nobleza de la época (como la familia Paredes), arruinados y repletos de deudas pero intentando mantener las apariencias. El autor describe también los usos y costumbres religiosos de la época, como por ejemplo las procesiones de Sevilla o la veneración al Cristo de La Mamora (conocido posteriormente como el Cristo de Medinaceli) y la vida diaria de los esclavos cristianos capturados por los líderes musulmanes que habitaban en el Sáhara.

Jesús SánchezAdalid nació en 1962 en Don Benito aunque se crió en Villanueva de la Serena, ambos provincia de Badajoz. Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y obtuvo el doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; posteriormente, fue ordenado sacerdote y se licenció en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado numerosos novelas entre las que caben destacar El alma de la ciudad (premio Fernando Lara en 2007) y Alcazaba (premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica en 2012); también ha sido condecorado con el premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza (2013), premio Diálogo de Culturas (también en 2013), la Medalla de Extremadura (2009) y el premio Extremeños de Hoy.

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