ADVERTENCIA:
Esta entrada contiene avances de la saga El cinturón de Deltora. No la leas hasta haber
terminado la sexta parte, El laberinto de la bestia.
Año y medio
después, más viejos pero también más sabios, retomamos el viaje
por Deltora con el objetivo de derrocar al malvado Señor de la
Sombra. Vamos llegando a la parte final de esta aventura (tan sólo
resta un capítulo más) y, tras haber superado el Laberinto de la
Bestia, la próxima parada es El Valle de los Perdidos.
Ni los ols ni los
piratas ni el espantoso Glus consiguieron detener a Lief, Barda y
Jasmine y la amatista mágica, símbolo de la verdad y la calma, luce
ya en el Cinturón junto a cinco de sus hermanas. Ya sólo queda un
hueco vacío, el del diamante, y en el mapa de Lief, un único
destino: el Valle de los Perdidos. Pero no todo son buenas noticias
para nuestros aventureros, ya que Dain, el joven de la Resistencia
que tanto les ayudó en el pasado, ha sido hecho prisionero por los
piratas del río Tor y es arrastrado río arriba para ser entregado a
los guardias grises. Además, los padres de Lief siguen prisioneros
en Del y la red de espías del Señor de la Sombra se hace
omnipresente, tendiendo una trampa tras otra.
La situación no es
todo lo buena que cabría desear, pero no Lief y sus amigos no tienen
más remedio que seguir adelante. Necesitan encontrar alguna forma de
cruzar el río Tor, infestado de gusanos asesinos, y continuar su
camino hasta el Valle. En su trayecto volverán a encontrarse con
Doom, el líder de la Resistencia, y llegarán a Tora, la ciudad
mágica que se supone permanece leal al verdadero rey; pero nuestros
aventureros ya saben que nada es lo que parece en Deltora.
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