viernes, 21 de enero de 2011

Brindis por los buenos tiempos

Sentado en el alféizar, en lo más alto de la más alta torre, alzo mi copa y brindo por ti. Brindo por los buenos momentos, por las risas, por los juegos. Brindo por cada abrazo, por cada beso, por cada caricia. Brindo por aquello que fuimos. Brindo por cada noche que me dormí pensando en ti, por cada vez que soñé contigo, por cada mañana que me despertaste. Ahora que el infinito se abre ante mí, que el mundo yace a mis pies, puedo mirar arriba, a las estrellas, con una sensación mezcla de impotencia y expectación de que por mucho que suba nunca podré alcanzarlas. Ante mí se abren nuevos caminos, pero siempre miraré de reojo las estrellas. Ellas serán mi maldición, y tu recuerdo, mi más preciado tesoro. Brindo por ti.