lunes, 8 de diciembre de 2008

Diario de un amante

La Verdad es verdaderamente curiosa. Es única, pero cada cual tiene la suya; es cierta, pero no carece de interpretaciones; o se dice o se miente, pero también se puede ocultar. Curioso. Al fin al cabo, ¿qué es verdad?” D.A.X.

Dos trenes, dos caminos, dos destinos. Último aviso. Te veo entrar por la puerta; la mía ya se cierra. Entro por los pelos. Tú aún tendrás que esperar. Yo me voy. Tú ya no estás conmigo. Yo ya no estoy en tu mente. A ti te aguardan la felicidad y la alegría, la vida. A mí, un cuarto vacío. Pero así ha de ser. Supongo que no todas las llaves encajan. Porque tú no quieres estar conmigo, porque yo no puedo estar sin ti.

Llegado el momento, ¿quién vencerá? ¿La mente o el corazón? ¿La razón o el amor? Sé lo que he perdido, lo que he dejado pasar, y sólo pienso si alguna vez podré disfrutarlo.

¿La culpa? ¿De quién sino mía? Si no, no tendría sentido continuar. La lluvia golpea el cristal de una ventana seca mientras me alejo definitivamente de ti. ¿Definitivamente? ¿Por qué? Aún hay solución.

Los cristales se secarán, los candados acabaran por romperse y el círculo se completará de nuevo. No serás ni la primera ni la última, pero, sin duda, sí la mejor. Eso es lo único seguro, aunque, ¿qué es verdad al fin y al cabo?